domingo, 17 de enero de 2010

QUE TE PARECEN UNAS VACACIONES EN DUBAI

El Burj Al Arab  que en árabe significa Torre Arabica, es un hotel de lujo levantado sobre una isla artificial a unos 270 metros de la costa de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, y es el primer hotel siete estrellas del mundo, no el único, puesto que hay otro de siete estrellas en Milán, Italia: el Town House Galleria.
El Hotel  Burj Al Arab  del grupo hotelero Jumeirah, cuenta con un diseño que realmente nos deja sin aliento, además, de sus altos precios que no es para cualquiera; en mi caso que mas quisiera que ganarme la lotería para darme el lujo de experimentar una estadía en este lujoso paraíso y sentirme como una reina por todos los servicios que brindan en el mismo.

Dejando de soñar y pasando a la descripción de esta construcción producto de los petrodólares, la imagen exterior se asemeja a una vela hinchada por el viento de 321 metros de altura, tan alta como la  Torre Eiffel. En el Burj-Al-Arab el lujo es la norma.

Recepciones y ascensores privados para no tener que cruzarte con nadie, y una gran discreción para con su clientela. Además tiene servicio de Rolls Royce por cliente, mayordomos a tu servicio las 24 horas del día, lavamanos bañados en oro y en el techo, una plataforma para aterrizaje de helicópteros que además es cancha de tenis, esto seria algo así como la cancha de tenis más alta del mundo.


El Burj al-Arab no tiene habitaciones normales sino que cuenta con 202 suites dobles. La más pequeña de estas suites ocupa un área de 169 m2 mientras que la mayor cubre un área de 780 m2. La suite Real vale 28.000 dólares la noche.

Además, posee seis restaurantes, entre los que destacan el Al Mahara, ubicado bajo el mar, donde nos ofrece una vista submarina a través de un vitral en forma de acuario; a través del cual podemos ver tiburones o corales mientras comemos. Otro restaurante es  el Al Muntaha, localizado a 200 metros de altura, que nos proporciona una magnifica vista panorámica de la ciudad de Dubai. Está ubicado sobre una plataforma voladiza que se extiende 27 metros de cada lado del mástil, y se tiene acceso a través de un elevador panorámico.

Lo cierto que el Burj al-Arab no es un simple alojamiento, ya que por su diseño, lujo, innovación, servicios, etc.;  pasa a ser también un atractivo turístico de esta zona del Golfo Pérsico, donde las nuevas fortunas asiáticas, jeques árabes y magnates de todas partes se dan el lujo de disfrutarlo.

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